70 años de historias | Camilo Romero

Para celebrar nuestro septuagésimo aniversario, en 2018 documentamos siete historias de siete colaboradores que nos han ayudado a impulsar el crecimiento de ATMA en los últimos 70 años. 

Te invitamos a conocer la historia de Camilo Romero.

Cuando tenía 17 años decidí tomarme un año sabático del liceo y mi madre me dijo que si no estudiaba entonces tenía que trabajar. En esa época ATMA necesitaba un cadete y me dieron una oportunidad. Empecé en 1991 haciendo diligencias y fui creciendo, asumiendo tareas de más responsabilidad. Pasé a administrativo, luego fui asistente de la gerencia comercial en otra empresa del grupo. Después fui encargado de marketing, jefe de ventas de la línea hogar de ATMA y hoy soy el jefe de ventas de toda la empresa desde octubre de 2012. Lo que en principio eran unos meses sin clases para descansar y salir, se convirtió en una carrera y en mi vida laboral.

Para mí ATMA es una familia. Tenemos muchas cosas para mejorar, pero ATMA es un lugar a donde uno quiere venir a estar, no pesa venir a trabajar. En 2016 festejé 25 años en la empresa y la jefa de Recursos Humanos, Lilián, se acercó y me dijo: ‘Bueno, por otros 25 más”. Y me pregunté: “¿Cómo que 25 más?”. Pero claro, voy a tener algo más de 60 años. ¿Por qué no? Es normal que esto pase en esta empresa, que haya gente que tenga 40 años trabajando acá y sea un motivo de festejo. Incluso el retiro de esa persona, celebrando todo lo que vivió y lo que aprendimos juntos.

A mí ATMA me impulsó a capacitarme. Terminé el liceo trabajando acá. Después seguí estudiando con el apoyo de la empresa y me especialicé en Marketing y Desarrollo. Hoy quiero volcar esa capacitación al crecimiento del negocio. También incorporé en la práctica valores que me habían inculcado en mi familia. El trabajo, la responsabilidad, el esfuerzo. Todo lo que he aprendido lo aprendí acá. Mucha gente me enseñó a tratar con los clientes, a entender el funcionamiento del negocio. Y hoy trato de que mi equipo se involucre en las decisiones y sienta que construye día a día la empresa, que el producto final sea la sumatoria de todos. No siempre se logra, pero hay que intentarlo.

Acá lo mío es un concepto, es una vida dentro de la empresa. Y eso hace que la empresa trascienda a las personas porque todos van dejando su granito de arena y la hacen más grande. Y así crecemos todos.